14/11/09

Una respuesta equivocada a los problemas: saltarse la barrera del sentido común

Lo que está ocurriendo estos días en nuestro país es lamentable e inadmisible. Llevamos un año afrontando una crisis económica como no habíamos conocido, todos los países trabajando codo con codo por salir adelante, todos los partidos políticos de cada país, en mayor o menor medida, arrimando el hombro, y en España, el principal partido de la oposición, el PP, cruza la raya del sentido común. Tras doce meses de brazos cruzados ante la crisis y de una actividad frenética para descalificarse entre ellos, lanzarse acusaciones, denunciarse en los juzgados unos a otros, supuestos casos de espionaje y corrupción,… en esta semana se les ocurre como respuesta a sus problemas abandonarse y perder el escaso sentido de la responsabilidad política que les quedaba. Es muy grave y no es bueno para nadie.

Cada día que pasa hay un dirigente del PP que pasa la raya del sentido común. Primero fue Camps, el presidente de todos los valencianos y valencianas ha pasado la raya que jamás se puede pasar en política, en sede parlamentaria ante una pregunta de nuestro portavoz parlamentario, lo calificó de asesino. Hace tiempo que había perdido la razón y las razones para seguir al frente del Gobierno. Con esto, esta semana ha perdido además el juicio. Fue curiosa su forma de rectificar, pidiendo perdón, pero intentando hacer ver que todos los políticos somos iguales y decimos las mismas cosas. Los valencianos y valencianas no merecen un presidente del Gobierno que es un peligro para su convivencia.

Pero no ha quedado todo ahí, porque después fue Aguirre, con sus críticas sobre la gestión del secuestro del pesquero Alakrana, un tema muy delicado que exige del esfuerzo y respeto de todos. Tres días han tardado los dirigentes del PP en incumplir su compromiso de responsabilidad y de arrimar el hombro para que los pescadores que están en Somalia vuelvan cuanto antes a casa. No sé si hoy la señora Aguirre iba con zapato plano o con tacón lo que sí se es que precisamente Aguirre y Camps deberían ser muy prudentes porque, hasta donde todos sabemos en este país, una supuesta trama de corrupción que afecta a unos gobiernos y el único espionaje que se está investigando por un juez los tienen precisamente muy cerca Aguirre y Camps.

Es lamentable e increíble que el principal partido de la oposición haya decidido demoler la barrera del sentido común, cruzar la raya que nadie en política debe saltar, la del sentido común y la responsabilidad, la mínima cualidad para estar en política, porque la política no es eso, es un servicio ciudadano, un servicio público y no una piedra en el zapato de todos los españoles. Es incomprensible.

Mientras el Partido Popular decide estos días si vuelve a este lado, a trabajar desde la responsabilidad y la lealtad a los ciudadanos, que esperan mucho más de nosotros y nosotras que semejante espectáculo, los socialistas seguimos dedicando todos nuestros esfuerzos para salir de la crisis, para estar cerca de las personas que peor lo están pasando.

Esta semana, los socialistas seguimos recorriendo cada rincón del país para escuchar y explicar a los ciudadanos, para rendir cuentas sobre nuestra gestión. Estos días he compartido esta tarea con los compañeros de Almenara en Castellón, de Aragón, de Alcorcón en Madrid y ayer en Santander. Gracias a todos y todas.