28/9/09

¿Cómo pueden la política fiscal ayudarnos a salir de la crisis?

Me habréis escuchado en alguna ocasión destacar la importancia de los presupuestos, pero muchas veces nos quedamos ahí. No nos detenemos a explicar a fondo por qué son un instrumento fundamental de la política económica, por qué a través de ellos podemos diseñar las políticas que se van a desarrollar en ese año, dotando de presupuesto las prioridades del próximo años, y marcando la hoja de ruto de los años que vendrán.

Es verdad que son un proyecto cuya última palabra reside en el Parlamento, y de su debate y de la búsqueda del mayor acuerdo posible, saldrá finalmente el presupuesto final. Los socialistas nos esforzaremos dialogar con todas las fuerzas políticas, a partir de los principios básicos que sustentan nuestra propuesta, para lograr un apoyo suficiente para los presupuestos más decisivos en los próximos años.

Los presupuestos presentados cumplen con lo que habíamos dicho en cuanto a la política fiscal: no se toca el IRPF, se baja la fiscalidad de las pequeñas y medianas empresas que mantengan o generen empleo y se ponen el acento en las rentas del capital, en definitiva, en las rentas más altas.

Pese a esta reforma, hay que decir que la presión fiscal en 2010 seguirá siendo menor que la que dejó el PP en 2004 y España seguirá estando entre los países con menor presión fiscal de nuestro entorno.

Para nosotros siempre ha sido tan importante saber a qué rentas afectará esta reforma como a qué políticas se destinarán los recursos.

La pérdida de ingresos del Estado ante la menor actividad económica, junto con la necesidad de financiar las políticas sociales y las inversiones públicas para salir de la crisis, hacen necesario en estos Presupuestos un esfuerzo colectivo temporal, moderado y solidario.

Entendemos que quienes han mantenido su empleo o su empresa y su nivel de renta pueden hacer un esfuerzo moderado y razonable y temporal con aquellos que han perdido su empleo o han tenido que cerrar su empresa y tienen serias dificultades para llegar a fin de mes.

Un ajuste que implica la subida de unos impuestos y la bajada de otros. Los cambios más significativos son:

  • Bajada de 5 puntos el impuesto de sociedades para las PYMES y autónomos que mantengan y/o creen empleo.
  • Suben los impuestos que pagarán las rentas del capital: plusvalías en intereses de depósitos bancarios, acciones, etc, pasan del 18% al 19% para los primeros 6.000 euros y, a partir de esa cantidad tributarán al 21%.
  • A partir del 1 de julio de 2010, cuando la economía empiece a recuperarse, el IVA reducido pasará de un 7% a un 8%; el IVA general pasará de un 16% a un 18%; y el IVA superreducido no se modificará.
  • Además destacaré un dato: el esfuerzo de contención del gasto público no tiene precedentes, máxima austeridad en todos gastos que no impliquen protección social o inversión productiva.

Me gustaría incidir en qué significan estos cambios. Para empezar hay que decir que los alimentos de primera necesidad como el pan, la leche, los huevos, frutas, verduras, legumbres, hortalizas, etc. no variarán sus precios. Tampoco lo harán los precios de libros y periódicos, medicamentos, viviendas protegidas, prótesis e implantes para personas con minusvalía, o los vehículos para personas con movilidad reducida, porque todos ellos están gravados con el IVA superreducido que no varía.

En cuanto a los productos con un IVA reducido, por ejemplo, por el menú del día de 10€ pagaremos en el mes de julio 10 céntimos más; la entrada a un teatro de 20€ supondrá un incremento de 2 céntimos más… y por supuesto, por una bolsa de “chuches” de un euro, pagaremos un céntimo más.

¿O quizá el Sr. Rajoy quiere presentar una enmienda a estos presupuestos para que las chuches que ahora tienen un IVA reducido, pasen a tener el superreducido por ser un producto de primera necesidad????

Que se incremente en 2 puntos el IVA general supondrá que, por ejemplo, unos zapatos de 50 euros costarán unos céntimos más; y que la compra de un equipo de música de 250€ nos costará 254€, por poner sólo unos ejemplos.

Pero voy más allá en la explicación. Cuando decimos que nuestra política de ajuste fiscal exige un mayor esfuerzo a las rentas más altas, lo decimos porque el 94% de los ciudadanos, la gran mayoría, obtienen rendimientos del ahorro inferiores a 6.000 euros, y el aumento medio a pagar para esta mayoría será de 6 euros de media.

Sin embargo aquellos que hayan obtenido por ejemplo 43.000€ de plusvalías del capital, (más de 7 millones de antiguas pesetas al año) pagarán con esta reforma el próximo año 1.170 euros más que antes.

Y qué decir de aquellos que han obtenido por ejemplo plusvalías por valor de 600.000€ como el declaraba el Sr. Bárcenas para justificar que ha multiplicado por cuatro su patrimonio, pagarían al año que viene con esta reforma 17.232€ más de lo que contribuían hasta ahora.

Todo esto teniendo en cuenta que el IVA de nuestro país es de los más bajos de Europa y que no sólo se redistribuye a través de los ingresos, sino que también se logra a través de la política de gasto. De hecho, los países europeos que cuentan con una política social más ambiciosa son precisamente aquellos que pagan más IVA, como por ejemplo Dinamarca o Suecia con un 25%.

Una política a la que este Gobierno seguirá destinando más de mitad del presupuesto.

Por lo que, cuando Rajoy teme que suban los precios de las piruletas, le diré que al Gobierno le preocupa que aquellos que pierden su empleo no encuentren el apoyo de su Gobierno. A los socialistas nos preocupan las personas dependientes, los alumnos del sistema educativo que necesitan apoyo de la administración, la sanidad, la investigación, … pero sobre todo nos preocupa que ninguna familia quede abandonada a su suerte.