El PP intenta correr una cortina de humo, empeñándose en poner en cuestión el Estado de Derecho. Afirman que por el hecho de que el ministro Bermejo y el juez Garzón coincidan en una finca ya no podemos confiar en el proceso.
¡Qué curioso! Eso no lo pensaban cuando varios medios de comunicación publicaron en su día que Cobo y Gallardón comieron con el juez que instruía el caso Guateque.
De forma que ¿un ministro de Justicia tiene que dimitir por coincidir en un espacio social con un juez y un dirigente del PP puede comer con el juez que instruye "su caso"?. Como siempre, la intolerable doble vara de medir del PP.
Algunos se preguntan ¿como se atreven a hablar de Bermejo los que participaron de un hecho realmente íntimo y trascendente, como invitar o compartir una boda y no cualquier boda, incluso como testigos a Correa y compañía?.