21/1/09

¿En qué manos estamos?

Hemos asistido atónitos a numerosos episodios del Partido Popular, desde hace ya más de un año, en los que la falta de liderazgo y entidad de Rajoy han sido evidentes, pero creo que nunca habían llegado tan lejos y perjudicado tanto a los ciudadanos como en los últimos días.

Para todos los que crecimos en Democracia y aprendimos a querer y valorar la política, como instrumento para hacer realidad los sueños de los ciudadanos, está siendo demoledor el espectáculo que ofrecen con sus líos internos, Aguirre y Gallardón. Líos que Rajoy es incapaz de detener, de no ser así ¿a qué está esperando?
Las disputas internas entre Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón han pasado de la irresponsabilidad a la gravedad.

Primero se vieron afectadas las instituciones en las que gobiernan. Luego Caja Madrid, afectando a la estabilidad de la cuarta entidad financiera. Y ahora, asistimos incrédulos a supuestos espionajes entre diferentes representantes del Gobierno de la Comunidad de Madrid, presuntamente pagados con dinero público, más propios de la mafia o el cine de ficción que de la gestión de un Gobierno.

Hay que pedirle nuevamente a Rajoy que, si es capaz y le queda algo de autoridad, ponga orden. A Esperanza Aguirre y Gallardón que cesen en la utilización de las instituciones como rin de combate y que, de forma urgente, ofrezcan a Caja Madrid la estabilidad que necesita. Asimismo, deben investigar lo ocurrido en el Gobierno de la Comunidad y depurar responsabilidades de confirmarse los hechos.
Un partido político en el que ni tan siquiera se fían unos de otros, hasta llegar presuntamente al espionaje, no puede pretender que los ciudadanos confíen y crean en él.

Siempre pierden los ciudadanos con estas actuaciones, que se preguntan: Pero, ¿en qué manos estamos?