19/12/08

Volver a las andadas

Hace poco escuché a alguien decir que la democracia se fortalece cuantas más certezas tengamos. Me parece una reflexión interesante y que concuerda con nuestro Estado de derecho.

Nos hemos dado entre todos un sistema legislativo con un entramado de leyes muy completo que nos hace fuertes como Estado y como democracia. Unas leyes que, a pesar de existir cierta capacidad interpretativa por el sistema judicial, son contundentes y firmes y nos permiten avanzar en el Estado de derecho que durante tantos años soñaron muchos ciudadanos españoles.

No podemos menospreciar el esfuerzo y sacrificio que supuso este gran logro que nos ha permitido llegar al siglo XXI como una sociedad que avanza con paso firme hacia el progreso.
Los socialistas sabemos bien la importancia del respeto a la Ley, siempre velaremos por su cumplimiento, esto es lo que nos diferencia de la sinrazón terrorista, de la barbarie de aquellos que nunca creyeron en la Democracia.

Siempre hemos acatado las Leyes y exigido a los demás el mismo respeto a un sistema que nos hemos dado todos juntos y que costó mucho poner en marcha en este país. Es un gran sistema, el mismo que nos está permitiendo desde el Gobierno llevar a cabo una ofensiva firme y contundente contra ETA y que tendrá como fin, no tengáis ninguna duda, la desintegración de la banda y el encarcelamiento de todos sus miembros.

Fijaos, en tan solo dos años, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han detenido a 365 miembros de la banda, es decir, un detenido cada dos días de media. Se ha descabezado a la banda en dos ocasiones en tan solo 20 días. ¿No son estos datos suficientemente contundentes para saber que debemos seguir respetando la Ley?

El Ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo dijo bien claro hace unos días, si hay alguien que está pensando en volver a encabezar a la banda terrorista, que sepa que ya le estamos buscando. Eso es rigor, firmeza y democracia.

Llegaremos tan lejos con ANV y ETA como la Ley nos lo permita, pero no podemos coger atajos ni abandonar el marco legislativo, porque significaría que han ganado la batalla. Y que no se engañe nadie, este es además el camino correcto, que nos llevará al verdadero éxito, como lo demuestran los hechos y las cifras. Porque el éxito de verdad, el que esperan la mayoría de los españoles, es aquel que nos permita no sólo ganarles desde la eficacia policial, que también, sino hacerlo además desde la ética del respeto a las reglas democráticas, demostrando así la eficacia también de nuestro estado de derecho.

Hace unos días recorríamos una vez más las calles de Euskadi unidos para rechazar el terrorismo. Desde la rabia y la impotencia gritábamos en silencio, convencidos de que acabaremos con ETA, que nuestros hijos vivirán en paz y conocerán una Euskadi libre de verdad.

ETA es seguramente el único resto perverso y terrible que nos queda del franquismo, conviene recordar ahora que celebramos 30 años de Constitución. Nos ha golpeado duro muchas veces, pero nosotros somos más fuertes. Por eso, no puedo evitar rebelarme ante la tentación de quienes quieren volver a las andadas para criticar la lucha antiterrorista y utilizarla como arma arrojadiza. No puedo evitar levantar la voz y decir desde lo más profundo de mis convicciones que no es decente ir con el Presidente al funeral de la última víctima mientras se registra una PNL en el Congreso de forma unilateral. Que no es digno decir que se apoya al gobierno con un portavoz y sembrar dudas sobre su actuación a través de otro.

La lucha antiterrorista es la política más noble de todas, la que más merece la pena, la que requiere mayor altura de miras. Estos días que se dicen de recogimiento y sentido familiar, espero que sirvan para llevar la paz a la familia popular y evitar así que sus pugnas internas les impidan demostrar un apoyo leal y sincero, sin peros y sin matices al Gobierno.

Sinceramente, creo que una de las mejores noticias del 2009 sería comprobar con los hechos y no sólo con las palabras que en materia antiterrorista Rajoy no vuelva a las andadas.