4/11/08

Aznar: ¿la verdadera cara del PP?


Hay noticias que han pasado desapercibidas en los últimos días. Seguramente porque la vorágine de información en la que vivimos tapa unas noticias con otras. Probablemente porque los ciudadanos y ciudadanas tenemos cosas más urgentes que prestar atención que a las ocurrencias del expresidente del gobierno, José María Aznar.

Conviene, no obstante, detenerse en las últimas reflexiones del expresidente porque quizá podamos averiguar las intenciones y programa político que no se atreve a verbalizar Rajoy, aunque de vez en cuando le traicione el subconsciente en las personas de Montoro o del inconsistente González-Pons.

El señor Aznar, al que la derecha ha erigido como patrón de su factoría de ideas, la FAES, nos desvela el extravagante recetario del PP ante la crisis, la reimpresión de las viejas recetas neoliberales que los acontecimientos han condenado ya a la irrelevancia.

Con todo, no deja de sorprenderme la disposición de Aznar de honrar a los neocon ejerciendo de plañidera de los “buenos tiempos” pasados. Aquellos tiempos en los que el mercado campaba a sus anchas, se podía saltar la legalidad internacional impunemente y los “gurús” de la economía jugaban como niños con las burbujas financieras que han terminado por explotarnos a todos en la cara.

En este ejercicio de nostalgia hace unos días Aznar, consciente de su papel de epígono del neoliberalismo, nos ofreció una serie de recetas para superar la crisis. He aquí algunas de las “soluciones” que Aznar ha planteado en su particular versión de” regreso al futuro”:

1) Menos gasto público. La pregunta sería de dónde recortamos: ¿del Ave que tiene que llegar a Valencia o Alicante, de las pensiones, de las prestaciones a los desempleados, de las becas a los estudiantes, de la inversión en innovación, de las infraestructuras?

2) Menos impuestos. Lo que contrasta con la subida del IBI y otros impuestos de algunos alcaldes del PP y nos sitúa en una encrucijada: ¿Si recaudamos menos de dónde sacamos los recursos para hacer frente a la situación económica, ahora que se ha demostrado la importancia de contar con un Estado fuerte para poder afrontar la situación? ¿Alguien se imagina en qué pesadilla estaríamos instalados si los neoliberales hubiesen alcanzado sus objetivos de reducir al mínimo el Estado? Afortunadamente la lucha de los trabajadores v trabajadoras y de las fuerzas progresistas ha conseguido limitar los daños y preservar los instrumentos que ahora nos permiten salir al rescate del sistema financiero, de las empresas y de los ciudadanos/as directamente afectados por la galopante codicia de unos pocos. Otra pregunta importante: bajar los impuestos ¿a quién? Porque el PP tiene un largo historial en bajadas de impuestos a las rentas más altas para reducir los servicios públicos para los colectivos más vulnerables. Esa, desde luego, no es nuestra opción.

3) Flexibilidad laboral y recorte de derechos. Es muy vieja esta receta: recortar los derechos de los trabajadores, justo cuando más protección necesitan. Es una fórmula perenne de la derecha que curiosamente sirve para cualquier momento: para los tiempos de bonanza y para las crisis.

4) Energía nuclear. El cambio climático no existe y la energía nuclear es limpia y renovable. Afirmaciones de este tipo son congruentes con la negación de la teoría de la evolución, también muy extendida entre los neocon (no sabemos si Aznar suscribe esta última). ¿Merece la pena detenerse en estos temas?. Sin duda. La lucha de la ciencia contra el dogma tiene siglos de historia y Aznar está empeñado en perpetuarla. Calma: la ciencia siempre se abre camino.

5) Sanidad Privada. Justo cuando millones de personas de EE.UU. se movilizan por la esperanza de gozar una cobertura sanitaria como la europea, conscientes de la desprotección que ha dejado durante años en la cuneta a millares de personas…. Aznar verbaliza ahora sin pudor lo que Esperanza Aguirre experimenta con los madrileños: privatizar su derecho a la sanidad, volver a ley del más fuerte, como decía hace unos años Ansuátegui respecto a la Seguridad “el que quiera sanidad que se la pague”.

En definitiva, no sabemos si Rajoy no se atreve a ser tan explícito y por eso amaga pero no da. Lo que sí sabemos es que lo realmente piensa Aznar y, desde luego, por su cuaderno azul no pasan los años. El problema ahora es saber si el cuaderno azul del expresidente es el manual que estudia Rajoy o el PP está dispuesto a enmendarle la plana a su presidente de honor. ¿Rebelión en el aula?. Nos encantaría verlo.