17/6/09

Inventos que han cambiado nuestra vida.

Ray Tomlinson y Martin Cooper, inventores del email y del teléfono móvil, respectivamente, acaban de convertirse en los ganadores por unanimidad del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. El email y el teléfono móvil, no solamente forman ya una parte fundamental de la vida en los países desarrollados sino que se han convertido en herramientas fundamentales de la prosperidad en los países en vías de desarrollo.

Cuando Tomlinson fue reclutado en 1967 por una empresa tecnológica, recibió el encargo de modificar un programa de ordenador llamado SNDMSG para que fuera posible enviar un mensaje de un ordenador a otro. Al conseguirlo en 1971, probablemente no fuera consciente de la revolución que su invento supondría para tantas personas en el mundo. No solamente para nosotros, que lo utilizamos a diario en nuestro trabajo y en nuestra vida personal, sino para millones de personas que viven en países en desarrollo. Allí donde una llamada telefónica era un lujo que no era posible permitirse el email ha permitido que fluya la información. Gracias al correo electrónico miles de ONGs y cooperantes intercambian datos fundamentales para su labor sobre el terreno.

Pero el email no ha sido el único invento que ha cambiado nuestras vidas. También a principios de los 70 un joven inventor creaba uno de los aparatos más revolucionarios: el teléfono móvil. El 3 de abril de 1973, ante un puñado de periodistas y viandantes, Cooper realizaba la primera llamada con un teléfono móvil. Precisamente los viandantes de Nueva York son la viva imagen del significado del teléfono móvil: la posibilidad de llamar a una persona en lugar de a un lugar.

Varias décadas más tarde, otro visionario, Muhammad Yunus, también galardonado con el Príncipe de Asturias, crearía Grameenphone, una empresa que convertiría a miles de mujeres de Bangladesh en agentes de desarrollo en los poblados más remotos y aislados del país gracias a los teléfonos móviles.

El reconocimiento a estos dos hombres no solamente significa reconocer cómo sus dos creaciones han cambiado nuestras vidas sino como también reconocer que la tecnología, bien empleada, es un motor de desarrollo y prosperidad.