9/6/09

Ha terminado la campaña, pero nuestra tarea continúa.


El pasado domingo, volvimos a vivir una nueva jornada electoral. Reconozco que me emociona el ritual que conlleva un día de elecciones. Estuve en mi colegio, votando, y visitando otros colegios de mi ciudad, en un día en el que nuestros militantes y simpatizantes, como interventor@s y apoderad@s, son la cara y la sonrisa de este partido. Es una suerte contar con todos y todas ellas, elección tras elección.

Después de la Ejecutiva de ayer en la que hicimos un primer análisis de los resultados electorales en España y en Europa, hay algunas reflexiones que me gustaría compartir con vosotros, amigos y amigas de este blog.

Las elecciones europeas son uno de los grandes avances de esta generación, que millones de europeos que nos precedieron anhelaron. Todo un símbolo del proyecto de unidad europea que deseamos; y por tanto, siempre que se celebran estas elecciones el europeísmo está de enhorabuena.

Pero estas elecciones han estado marcadas, en toda Europa, por dos rasgos a considerar en cualquier análisis: el momento más duro de una recesión económica sin precedentes, y el alto índice de abstención que se ha registrado en todos los países, sin excepción.
Estos dos elementos han incidido decisivamente en los resultados.

Todos los gobiernos nacionales, incluso los que han ganado, han retrocedido en las urnas este domingo. Seguramente porque cuanto más global y mayores dimensiones tiene la crisis, más cercanas son las responsabilidades y las certezas que buscan los ciudadanos. Por eso el gobierno trabajará con más energía si cabe para que los ciudadanos que peor lo están pasando tengan la seguridad de que no sólo anticiparemos la recuperación, sino que lo haremos sin que nadie se quede atrás, mientras preparamos nuestra economía para afrontar el nuevo crecimiento con garantías.

El crecimiento de las fuerzas de extrema derecha que defienden las ideas más antieuropeas en varios países es el efecto más preocupante. Será fundamental que las fuerzas democráticas mantengamos la máxima unidad y la máxima firmeza para defender los principios compartidos que dan sentido a Europa.

El aumento de la abstención también debe ser un elemento para la reflexión. Hoy es más necesario que Europa sea un actor político relevante, cuya fuente de legitimidad emane de la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones. Pero es evidente que el Parlamento Europeo todavía no es percibido como la institución más importante de la Unión Europea. Por eso, para que el Parlamento Europeo gane peso en la consideración de los ciudadanos, es necesario que aumente su relevancia en la política europea, para ocupar la centralidad política del proyecto europeo.

En España, como en el resto de Europa, el impacto de la crisis económica y la alta abstención han sido también los dos rasgos más característicos de estas elecciones. Se han celebrado las elecciones en el momento más duro de la crisis, cuando aún muchos trabajadores, empresas y familias sufren sus efectos y apenas han aparecido los primeros síntomas de recuperación. Y por otra parte, la participación ha estado ligeramente por encima de la media europea, pero aún así es indiscutiblemente baja.

El resultado, finalmente, no fue el esperado por el PSOE y el Partido Popular ganó estas elecciones al Parlamento Europeo, obteniendo 200.000 votos más que en las últimas elecciones europeas. Los socialistas siempre escuchamos el mensaje de los ciudadanos cuando votan, sin cuestionar nunca los resultados, y tomamos buena nota de todas las elecciones.

El PSOE ha sido el partido socialdemócrata más votado en toda Europa (con la excepción de Malta) en un contexto nada favorable para los gobiernos, pero en esta ocasión no hemos ganado y no podemos darnos por satisfechos.

Consideramos que hemos tenido un resultado razonable, teniendo en cuenta el contexto de estos comicios. Seis millones de ciudadanos han vuelto a confiar en el Partido Socialista, y ese gran apoyo ciudadano nos tiene que servir, ante todo, para seguir trabajando sin descanso para cumplir nuestros compromisos con lealtad a nuestros principios y a los ciudadanos. Y en el momento actual, nuestro principal compromiso es hacer frente a la crisis desde todos los ámbitos, y preparar a nuestro país para el escenario de futuro de la recuperación.

Los ciudadanos y las ciudadanas que nos han apoyado saben que contarán con nuestro voto en el Parlamento Europeo para apoyar las propuestas en defensa de los derechos de los trabajadores, cada iniciativa para consolidar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, cada política que de esperanza a los jóvenes para encontrar un empleo, cada decisión que permita avanzar hacia un nuevo modelo productivo más sólido y más sostenible,… ese es nuestro compromiso, y no les fallaremos.

En el actual contexto de crisis económica, posiblemente en el momento más duro de la crisis, los ciudadanos europeos han apoyado mayoritariamente opciones políticas conservadoras; un elemento, que según la sociología política se constata ante las situaciones de incertidumbre económica, y que debe hacernos reflexionar a los partidos socialdemócratas. Es momento de definir con más claridad nuestra alternativa política al actual modelo económico que nos ha traído hasta aquí.

Tenemos por delante dos años sin convocatorias electorales de ámbito nacional. Un tiempo propicio para afrontar los desafíos del país desde la serenidad que nos exige la ciudadanía, anteponiendo el interés general a cualquier otra consideración, concertando políticas a todos los niveles y fortaleciendo el diálogo político y social.

Desde la misma noche electoral pensé que siempre merece la pena seguir dando lo mejor de nosotros mismos, por cada ciudadano que no se resiste al desánimo, por cada ciudadana que no puede permitirse el lujo de dejarse vencer por el pesimismo, por cada joven que no quiere resignarse ante lo que considera injusto,.. Por eso seguiremos trabajando cada día.