13/1/09

El respeto a los ciudadanos exige información y disculpas

Desde hace ya demasiados días, miles de ciudadanos, entre los cuales me incluyo, se han visto afectados por los retrasos y cancelaciones de sus vuelos con la compañía Iberia. Como muchos ciudadanos, tuve que cancelar mi agenda y mis compromisos el pasado fin de semana ante la imposibilidad de volar y está por ver que pueda hacerlo este próximo.

Además, las inclemencias meteorológicas vinieron a empeorar los retrasos que ya se acumulaban en los últimos días como consecuencia de la huelga de celo que mantienen los pilotos de esta compañía.

Madrid no fue la única ciudad en la que nevó pero sí fue la única que se colapsó por ello, con graves problemas en casi todas sus carreteras, que vinieron agravar el malestar ciudadano sobre todo por la falta de información previa que permitiera anticiparse a los problemas. El Ministerio de Fomento, al menos, ha pedido disculpas a los ciudadanos, siendo hasta ahora la única administración que ha comparecido ante los medios para pedir perdón por las molestias.

Lo cierto es que el transporte aéreo es un servicio básico que la compañía debe garantizar al ciudadano, y en caso de no poder hacerlo, como mínimo debe ofrecer al consumidor toda la información necesaria para minimizar las molestias y hacerse cargo de las necesidades de los pasajeros convenientemente. Esto es lo que todos, como consumidores y como usuarios de un aeropuerto, nos gustaría que ocurriera en caso de que se cancelara o retrasara nuestro vuelo.

Pero esto es exactamente lo que parece que no ha ocurrido durante los últimos días. Todos hemos visto y oído cientos de historias a través de los medios de comunicación que nos hacen compartir la indignación de estos ciudadanos que se han visto indefensos ante la falta de información de la compañía Iberia.

La Directiva Comunitaria sobre el transporte aéreo establece que los pasajeros deben recibir un trato justo y una compensación adecuada cuando se les deniega el embarque en un aeropuerto de la Unión Europea. Entre los diferentes parámetros que enumera como “compensación adecuada” están: la conducción lo más rápidamente posible hasta el destino final, compensaciones económicas mínimas, llamadas telefónicas, comida y bebida suficiente, alojamiento en hotel,… y un largo etcétera de medidas que la compañía debe ofrecer sin necesidad de ser requeridas por el pasajero. Desgraciadamente algo muy distinto a lo ocurrido estos días.

Las organizaciones de consumidores de nuestro país han aplaudido la decisión de Fomento de abrir un expediente a Iberia por el trato dado a sus clientes estos días, al mismo tiempo que ha abierto una investigación en Aena para conocer con detalle qué es lo que ha fallado en la gestión del aeropuerto en lo que es su competencia.

Los responsables políticos debemos asumir que estamos, ante todo, para resolver los problemas de los ciudadanos. Cuando algo falla, debemos ser capaces, en primer lugar de solventar el problema lo antes posible, al tiempo que pedimos disculpas por ello. Y después, averiguar sin demora qué ha fallado, asumiendo las responsabilidades que correspondan, para evitar ante todo que volvamos a cometer el mismo error.

Los ciudadanos deberían haber recibido más y mejor información en el aeropuerto de barajas, pero también por parte de las compañías, en concreto de Iberia, y por eso el PSOE va a solicitar la comparecencia en el Congreso del Presidente de Iberia.

Los desajustes, retrasos y cancelaciones en un servicio público fundamental como es el aéreo durante el último mes y medio, como consecuencia de una “huelga en cubierto” de los pilotos de Iberia exige como mínimo una explicación por parte de la empresa a los ciudadanos. Por eso pedimos esta comparecencia, porque las empresas privadas también tienen una responsabilidad por la que responder ante los ciudadanos.